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¿Sabes cómo afectan los deportes de raqueta a tus tobillos?
Los deportes de raqueta, como el tenis, el pádel o el squash, son una excelente manera de mantenerse activo, disfrutar del juego y socializar. Sin embargo, los movimientos explosivos, giros rápidos y saltos constantes que caracterizan estas actividades someten a tus tobillos a un esfuerzo considerable. Estas articulaciones trabajan constantemente para mantener tu equilibrio y estabilidad, pero esta presión puede pasar desapercibida hasta que aparece el dolor o las molestias, señales de que podrían estar sufriendo una sobrecarga.
Si alguna vez has sentido incomodidad después de un partido intenso, no estás solo. Los tobillos son una de las articulaciones más afectadas en este tipo de deportes. El exceso de presión puede derivar en lesiones que no solo limitan tu capacidad para jugar, sino que también interfieren en tu rutina diaria.
En nuestro centro en Bilbao, atendemos con frecuencia a deportistas que enfrentan estas molestias. Sabemos que disfrutar del deporte es una parte importante de tu vida, y por eso queremos ayudarte a proteger tus tobillos para que puedas seguir jugando sin interrupciones.
¿Qué lesiones pueden causar los deportes de raqueta?
Los tobillos son una de las articulaciones más vulnerables en los deportes de raqueta. Cada vez que realizas movimientos rápidos, giros bruscos o saltos, tus tobillos soportan el peso de tu cuerpo y absorben el impacto. Esta presión constante, especialmente en superficies duras como el cemento o al usar calzado inadecuado, puede derivar en lesiones que afectan tanto tu rendimiento deportivo como tu vida diaria.
¿ Cuales son las lesiones más comunes en los tobillos por deportes de raqueta ?
1. Esguinces de tobillo
Son la lesión más frecuente. Ocurren cuando el pie se tuerce de manera brusca, como al pisar mal mientras corres hacia una bola. Esto provoca el estiramiento o desgarro de los ligamentos, causando:
• Dolor agudo e inmediato.
• Hinchazón visible.
• Dificultad para apoyar el pie.
Si no se trata adecuadamente, un esguince puede debilitar el tobillo, aumentando el riesgo de nuevas torceduras en el futuro.
2. Tendinitis peroneal
Afecta a los tendones ubicados en la parte externa del tobillo, generalmente por movimientos repetitivos, como giros constantes en la pista. Esta lesión se manifiesta con:
• Dolor en el lateral del tobillo, que se intensifica al moverlo.
• Sensación de rigidez después de un periodo de inactividad.
• Dificultad para realizar desplazamientos laterales.
Si la tendinitis se prolonga sin tratamiento, puede limitar significativamente tu capacidad para moverte con libertad.
3. Fracturas por estrés
Son pequeñas fisuras en los huesos del tobillo, causadas por impactos repetitivos, especialmente al saltar en superficies duras. Los síntomas incluyen:
• Dolor sordo que aumenta con la actividad.
• Molestia que puede persistir incluso en reposo si no se trata a tiempo.
• Sensibilidad al tocar la zona afectada.
Este tipo de lesión es común en jugadores que entrenan intensamente sin permitir una recuperación adecuada.
4. Bursitis
Las bolsas de líquido (bursas) que amortiguan la articulación del tobillo pueden inflamarse debido al esfuerzo constante, especialmente después de un partido largo. Esto provoca:
• Dolor y sensación de presión alrededor del tobillo.
• Inflamación visible.
• Limitación del rango de movimiento.
La bursitis puede hacer que actividades simples, como caminar, se vuelvan incómodas. Impacto de estas lesiones en tu vida diaria. Las molestias en el tobillo no solo interrumpen tu disfrute del juego, sino que también afectan tu rutina diaria.
• Caminar puede volverse incómodo, especialmente si hay hinchazón o dolor persistente.
• Subir escaleras, conducir o mantener el equilibrio se convierte en un reto.
• Para quienes llevan un estilo de vida activo, estas lesiones pueden limitar su movilidad, afectar su rendimiento en el trabajo y generar frustración al no poder realizar sus actividades favoritas.
Conocer estas lesiones es el primer paso para prevenirlas y mantener tu bienestar. Tomar medidas preventivas adecuadas puede marcar la diferencia entre disfrutar del deporte o sufrir sus consecuencias.
¿Quiénes están más en riesgo de sufrir lesiones en el tobillo al jugar deportes de raqueta?
Cualquier persona que practique deportes de raqueta, como el tenis, el pádel o el squash, puede experimentar problemas en los tobillos. Sin embargo, ciertos factores aumentan significativamente el riesgo de sufrir una lesión. Conocer estos factores es clave para tomar medidas preventivas y proteger tus articulaciones mientras disfrutas del juego.
Factores que aumentan el riesgo de lesiones en el tobillo:
1. Jugadores frecuentes o de alta intensidad
Quienes practican deportes de raqueta varias veces por semana o entrenan a un ritmo competitivo están sometiendo sus tobillos a un esfuerzo constante.
• Ejemplo: Jugar tres partidos seguidos sin descanso genera una presión acumulada que puede desgastar los ligamentos o provocar una lesión aguda.
• Consecuencia: La intensidad y la frecuencia aumentan la probabilidad de que los ligamentos o tendones se sobrecarguen.
2. Personas con antecedentes de lesiones
Si has sufrido un esguince, una fractura o cualquier otra lesión en el tobillo y no se ha recuperado completamente, este queda más vulnerable a nuevos problemas.
• Por qué sucede: El tejido dañado pierde parte de su capacidad para soportar esfuerzos.
• Importancia de la rehabilitación: Esto es especialmente relevante si no completaste un programa de rehabilitación adecuado tras la lesión inicial.
3. Uso de calzado inadecuado
Las zapatillas son esenciales para proteger tus tobillos. Utilizar calzado que no está diseñado para deportes de raqueta, o que está desgastado, aumenta el riesgo de torceduras o caídas.
• Problemas comunes: Falta de soporte lateral, suelas sin agarre o demasiado desgastadas.
• Consecuencia: Pierdes estabilidad durante movimientos rápidos, lo que aumenta el riesgo de lesiones.
4. Falta de calentamiento adecuado
Entrar directamente en el juego sin preparar tus articulaciones aumenta el riesgo de lesiones.
• Por qué es peligroso: Los músculos y ligamentos no están listos para el esfuerzo inmediato, lo que deja tus tobillos más vulnerables.
• Solución: Un buen calentamiento mejora la circulación y la flexibilidad, preparando tu cuerpo para la intensidad del juego.
¿Por qué es importante identificar estos factores?
Saber quiénes están en mayor riesgo de sufrir lesiones en el tobillo te permite tomar decisiones informadas para proteger tus articulaciones. Ajustar pequeños hábitos, como el calzado, el calentamiento y la frecuencia de juego, puede marcar una gran diferencia en tu salud y rendimiento.
Cómo proteger tus tobillos mientras practicas deportes de raqueta
Los deportes de raqueta son dinámicos y emocionantes, pero también representan un desafío constante para tus tobillos debido a los movimientos rápidos, los giros bruscos y los saltos repetitivos. Proteger esta zona no solo reduce el riesgo de lesiones, sino que también mejora tu rendimiento en la pista.
1. Elige el calzado adecuado
Un buen par de zapatillas no solo aporta comodidad, sino que es clave para tu seguridad. Al seleccionar tu calzado:
• Opta por zapatillas diseñadas específicamente para tenis, pádel o squash.
• Asegúrate de que ofrezcan soporte lateral, ideal para movimientos rápidos y cambios de dirección.
• Prefiere suelas con buena amortiguación que absorban el impacto y protejan tus articulaciones.
• Verifica que el calzado tenga buen agarre para evitar resbalones. Un calzado adecuado no solo previene torceduras, sino que también mejora tu confianza para moverte con agilidad en la pista.
2. Realiza un calentamiento efectivo antes de jugar
Comenzar a jugar sin preparar tu cuerpo es una invitación a las lesiones. Un buen calentamiento debe incluir:
• Movilidad articular: Gira los tobillos en círculos, primero en un sentido y luego en el otro, durante 1-2 minutos.
• Activación muscular: Camina de puntillas, realiza pequeños saltos controlados o marcha en el sitio durante 2-3 minutos.
• Estiramientos específicos: Incluye estiramientos para los músculos de las piernas y los tobillos, como flexionar el pie hacia arriba y hacia abajo.
Duración recomendada: Dedica al menos 10 minutos a este proceso para aumentar la flexibilidad y reducir el riesgo de lesiones. Un cuerpo bien preparado responde mejor a la intensidad del juego.
3. Fortalece tus tobillos regularmente
Unos tobillos fuertes son más resistentes a las torceduras y esguinces. Incorpora estos ejercicios en tu rutina, al menos 2-3 veces por semana:
• Equilibrio en un solo pie: Mantén la posición durante 30 segundos y cambia al otro pie. Para mayor dificultad, cierra los ojos o usa una superficie blanda.
• Ejercicios con banda elástica: Coloca una banda alrededor de tu pie y realiza movimientos hacia afuera y hacia adentro para fortalecer los músculos laterales.Realiza 2 series de 10 repeticiones por lado.
• Saltos laterales controlados: Salta de un lado a otro, aterrizando suavemente, para mejorar la estabilidad y la capacidad de reacción. Haz 2 series de 10 saltos.
Estos ejercicios no solo previenen lesiones, sino que también mejoran tu control y agilidad en lapista.
4. Juega en superficies más seguras
El tipo de superficie donde juegas influye directamente en la salud de tus tobillos:
• Prefiere canchas de tierra batida o césped sintético, que ofrecen mejor amortiguación y reducen el impacto en tus articulaciones.
• Evita jugar en superficies duras como el cemento, que generan mayor presión y pueden contribuir a fracturas por estrés.
• Si juegas en interiores, asegúrate de que el suelo tenga buen agarre y esté libre de polvo o humedad para evitar resbalones. Elegir una superficie adecuada puede marcar una gran diferencia en la protección de tus tobillos a largo plazo.
5. Escucha a tu cuerpo y toma descansos cuando sea necesario
No ignores las señales de advertencia. Si sientes dolor, incomodidad o rigidez en los tobillos, es mejor detenerse y evaluar la situación.
• Dolor persistente: No juegues si sientes molestias constantes.
• Descansa entre partidos: Evita jugar partidos consecutivos sin permitir que tus tobillos se recuperen.
• Evita el exceso: No sobrecargues tus articulaciones participando en demasiados partidos en un solo día.
Forzar el juego cuando tu cuerpo te pide un descanso puede transformar una molestia leve en una lesión seria.
6. Mantén una hidratación adecuada
Una buena hidratación ayuda a mantener tus músculos y articulaciones en óptimas condiciones.
• Bebe al menos 500 ml de agua 1-2 horas antes de jugar.
• Continúa hidratándote durante el partido, especialmente si es largo o se juega en condiciones de calor.
• Después del partido, reponer líquidos para acelerar la recuperación. La deshidratación aumenta la fatiga muscular, lo que disminuye la estabilidad y aumenta el riesgo de lesiones.
La clave está en la prevención. Proteger tus tobillos mientras practicas deportes de raqueta no significa limitar tu juego, sino asegurarte de que puedas seguir disfrutándolo sin interrupciones. Siguiendo estos consejos, podrás moverte con confianza, sabiendo que tus articulaciones están cuidadas. La prevención es una inversión en tu salud y en tu capacidad para disfrutar del deporte a largo plazo.
¿Qué hacer si te lesionas el tobillo practicando deportes de raqueta?
El dolor en el tobillo después de jugar puede parecer una molestia menor, pero ignorarlo es un error. Si la molestia persiste o empeora, es fundamental tomar medidas adecuadas para evitarque se convierta en un problema más serio.
1. Evalúa los síntomas de inmediato
Detén el juego y observa cuidadosamente tu tobillo:
• ¿Hay hinchazón o enrojecimiento?
• ¿Sientes dolor al apoyar el pie?
• ¿Notas un chasquido o crujido al moverte?
Si el dolor es intenso, la zona se inflama rápidamente o tienes dificultad para apoyar el pie, evita caminar y busca atención médica.
2. Aplica el protocolo RICE (Reposo, Hielo, Compresión, Elevación)
El protocolo RICE es una medida inicial efectiva para controlar el dolor y reducir la inflamación:
• Reposo: Evita cualquier actividad que agrave el dolor. Si es posible, mantén el peso fuera del tobillo afectado.
• Hielo: Aplica una bolsa de hielo envuelta en un paño durante 15-20 minutos, cada dos o tres horas, especialmente en las primeras 48 horas. Esto ayuda a reducir la inflamación.
• Compresión: Utiliza un vendaje elástico para dar soporte al tobillo, pero sin apretarlo demasiado para no dificultar la circulación.
• Elevación: Mantén el pie elevado por encima del nivel del corazón, especialmente al descansar, para disminuir la hinchazón.
Este protocolo es un primer paso efectivo para controlar los síntomas iniciales.
3. No ignores el dolor persistente
Si el dolor no mejora en 48 horas o empeora, es momento de consultar a un especialista.
• Las molestias que persisten pueden ocultar problemas más serios, como:
• Fracturas por estrés.
• Desgarros de ligamentos.
• Tendinitis crónica.
Una evaluación a tiempo puede prevenir complicaciones y garantizar una recuperación adecuada.
4. Diagnóstico adecuado: Evalúa la lesión correctamente
Una evaluación médica precisa es fundamental para conocer el alcance de la lesión. Dependiendo de la gravedad, el especialista puede recomendar:
• Examen físico: Para comprobar la movilidad y la estabilidad del tobillo.
• Pruebas de imagen:
• Radiografías: Para descartar fracturas.
• Ecografía: Para evaluar tejidos blandos (ligamentos y tendones).
• Resonancia magnética: En casos de sospecha de lesiones más complejas.
Un diagnóstico claro permite diseñar un plan de tratamiento adaptado a tu situación.
5. Tratamiento personalizado según el tipo de lesión
El tratamiento adecuado dependerá del diagnóstico, pero puede incluir:
• Terapias manuales: Masajes suaves para reducir la inflamación y mejorar la circulación, especialmente útiles en esguinces leves o tendinitis.
• Vendajes funcionales: Para proteger el tobillo y limitar movimientos que puedan empeorar la lesión.
• Ejercicios de rehabilitación: Movimientos específicos para recuperar la estabilidad y la fuerza del tobillo, adaptados a tu lesión.
• Movilización progresiva: En casos más graves, se puede usar una bota ortopédica para proteger el tobillo mientras cicatriza, y luego se introduce una rutina de rehabilitación gradual.
6. La importancia de la rehabilitación
Una lesión mal tratada puede dejar secuelas que afecten tu movilidad a largo plazo. La rehabilitación es clave para recuperar la función y prevenir recaídas.
• Fortalece tus músculos: Ejercicios específicos para mejorar la estabilidad del tobillo.
• Recupera la movilidad: Movimientos suaves para evitar rigidez.
• Mejora el equilibrio: Ejercicios de propiocepción que ayudan a tu cuerpo a responder mejor ante movimientos inesperados.
El objetivo es que puedas volver a la pista sin miedo a que el problema se repita.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
Debes consultar a un especialista si:
• El dolor persiste más de 48 horas.
• La hinchazón no disminuye a pesar del reposo y el hielo.
• No puedes apoyar el pie o caminar sin dolor.
• Notas deformidad o inestabilidad en el tobillo.
En nuestro centro en Bilbao, podemos ayudarte a tratar estas lesiones de manera efectiva, asegurando una recuperación segura y adaptada a tus necesidades.
La importancia de la rehabilitación
Una lesión no tratada adecuadamente puede dejar secuelas que afecten tu movilidad a largo plazo. Por eso, la rehabilitación es una parte fundamental del proceso de recuperación. No se trata solo de aliviar el dolor, sino de garantizar que tu tobillo recupere su función completa.
¿Por qué es crucial la rehabilitación?
• Recupera el equilibrio: Los ejercicios específicos mejoran tu capacidad para mantenerte estable, incluso durante movimientos rápidos.
• Fortalece los músculos: La rehabilitación trabaja los músculos alrededor del tobillo, dándote mayor soporte y evitando recaídas.
• Restablece la movilidad: A través de movimientos controlados, recuperas la flexibilidad de tu articulación.
• Reduce el riesgo de nuevas lesiones: Un tobillo fortalecido y estable tiene menos probabilidades de sufrir torceduras o esguinces.
Cuida tus tobillos a largo plazo
Una vez superada la lesión, es fundamental adoptar ciertos hábitos para evitar que se repita:
• Continúa con ejercicios de rehabilitación: Mantén la estabilidad y la fuerza del tobillo, incluso después de sentirte recuperado.
• Utiliza siempre un calzado adecuado: Especialmente si tu tobillo aún está sensible.
• Evita superficies inestables: Durante los primeros meses tras la recuperación, opta por superficies planas y seguras.
• No vuelvas a jugar sin estar completamente recuperado: Forzar el regreso antes de tiempo aumenta el riesgo de una nueva lesión.
Una buena recuperación no solo te permite volver a la pista, sino que también reduce el riesgo de que el problema reaparezca.
Beneficios de una atención temprana y especializada
Cuidar tus tobillos desde el primer signo de molestia no solo previene lesiones más graves, sino que también garantiza que puedas seguir disfrutando de tus deportes favoritos sin
interrupciones.
1. Menor riesgo de lesiones crónicas
Una lesión tratada a tiempo tiene muchas más probabilidades de sanar correctamente. Ignorar un dolor leve o una molestia recurrente puede transformarlo en un problema persistente que limite tu movilidad.
2. Recuperación más rápida y efectiva
Actuar temprano permite que tus tejidos se reparen antes de que el daño se agrave. Esto significa que puedes volver a tus actividades habituales en menos tiempo y sin complicaciones.
3. Mejor rendimiento deportivo
Un tobillo fuerte y estable no solo previene lesiones, sino que también mejora tu desempeño. Puedes moverte con confianza, realizar giros rápidos, saltar y correr sin miedo a una torcedura.
4. Mayor bienestar en tu día a día
No se trata solo de jugar sin dolor. Cuando tus tobillos están en buen estado, caminar, subir escaleras o realizar cualquier actividad cotidiana se vuelve más cómodo. Unos tobillos saludables mejoran tu calidad de vida, permitiéndote mantener un estilo de vida activo sin limitaciones.
¿Quién debería prestar más atención a sus tobillos?
Cualquier persona que practique deportes de raqueta debería cuidar sus tobillos, pero algunos jugadores deben ser especialmente cuidadosos:
• Jugadores frecuentes: Si practicas tenis, pádel o squash varias veces por semana, tus tobillos están sometidos a un esfuerzo constante.
• Personas con antecedentes de lesiones: Un tobillo que ya ha sufrido una torcedura o fractura tiene más probabilidades de lesionarse nuevamente.
• Jugadores que aumentan su intensidad: Si planeas entrenar más, competir o mejorar tu rendimiento, debes fortalecer y proteger tus tobillos.
• Quienes sienten molestias frecuentes: Si notas dolor, rigidez o hinchazón después de jugar, es una señal de que tus tobillos necesitan atención.
¿Por qué es clave la revisión preventiva?
No necesitas esperar a sentir dolor para cuidar tus tobillos. Realizar una revisión preventiva permite detectar y corregir desequilibrios antes de que se conviertan en problemas. Esto es
especialmente útil si:
• Has tenido lesiones previas: Una evaluación temprana puede evitar que se repitan.
• Estás comenzando a jugar deportes de raqueta: Asegúrate de que tu cuerpo está preparado para el esfuerzo.
• Quieres mejorar tu rendimiento deportivo: Fortalecer tus tobillos optimiza tu capacidad para moverte sin limitaciones. Cuidar tus tobillos no es solo una cuestión de prevención, sino de optimizar tu capacidad para disfrutar del deporte que amas.
Preguntas frecuentes sobre el cuidado de los tobillos en deportes deraqueta
Es común tener dudas sobre cómo proteger tus tobillos, especialmente si practicas deportes como tenis, pádel o squash. Aquí respondemos las preguntas más frecuentes para que juegues con confianza y sin molestias.
¿Cuánto tiempo tarda en curarse un esguince de tobillo?
El tiempo de recuperación depende de la gravedad del esguince:
• Esguince leve (grado 1): Mejora en 2 a 4 semanas con reposo, hielo, compresión y elevación (protocolo RICE).
• Esguince moderado (grado 2): Puede requerir de 4 a 6 semanas, incluyendo terapia de rehabilitación para recuperar la estabilidad.
• Esguince severo (grado 3): La recuperación puede tardar de 8 a 12 semanas, y en algunos casos, podría necesitarse inmovilización o intervención quirúrgica.
¿Qué ejercicios puedo hacer en casa para fortalecer mis tobillos?
Mantener tus tobillos fuertes y estables es clave para prevenir lesiones. Aquí tienes algunos ejercicios sencillos que puedes realizar:
• Equilibrio en un solo pie: Párate sobre un pie durante 30 segundos. Cambia de lado y repite. Para mayor dificultad, hazlo con los ojos cerrados.
• Movilidad con círculos: Siéntate y mueve el tobillo en círculos, primero en un sentido y luego en el otro.
• Ejercicios con banda elástica: Coloca una banda alrededor de tu pie y realiza movimientos hacia afuera y hacia adentro para fortalecer los músculos laterales.
• Elevación de talones: De pie, elévate lentamente sobre la punta de los pies y vuelve a bajar. Esto mejora la fuerza del tríceps sural y la estabilidad.
Realiza estos ejercicios 2-3 veces por semana para mantener tus tobillos fuertes y flexibles.
¿Debo preocuparme si siento molestias después de jugar?
Esto depende de la intensidad y duración de las molestias:
• Molestias leves que desaparecen en 24 horas: Son normales, especialmente si has jugado después de un periodo de inactividad.
• Dolor persistente que dura más de 48 horas: Es una señal de que algo no está bien. En este caso, es recomendable realizar una evaluación para descartar una lesión.
• Dolor agudo o incapacidad para apoyar el pie: Debes buscar atención médica de inmediato.
Recupera tu bienestar y sigue disfrutando del deporte
Los deportes de raqueta son una excelente manera de mantenerte activo, socializar y disfrutar de una buena competencia. Sin embargo, tus tobillos son fundamentales para cada movimiento que realizas. Protegerlos no solo te permite jugar mejor, sino también evitar lesiones que puedan apartarte del deporte que tanto te gusta.
Cuida tus tobillos para disfrutar del juego sin límites
• Mantén tus tobillos fuertes, estables y libres de dolor.
• La prevención es siempre el mejor tratamiento.
• Cuida tu técnica y escucha las señales de tu cuerpo.
Si necesitas asesoramiento, ejercicios específicos o un tratamiento adecuado, estamos disponibles para ayudarte en nuestro centro en Bilbao. Con un poco de atención y los cuidados adecuados, puedes seguir jugando sin dolor y disfrutando de cada partido.
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El COVID-19 se propaga rápidamente de persona a persona, principalmente por las siguientes vías:
Lávese las manos con frecuencia con agua y jabón por al menos 20 segundos, especialmente después de haber estado en un lugar público, o después de sonarse la nariz, toser o estornudar.
Es de suma importancia que se lave:
Si no dispone de agua y jabón, use un desinfectante de manos que contenga al menos un 60 % de alcohol. Cubra toda la superficie de las manos y frótelas hasta que las sienta secas.
Evite tocarse los ojos, la nariz y la boca sin haberse lavado las manos.
Dentro de su casa: evite tener contacto con personas que están enfermas. De ser posible, mantenga una distancia de 2 metros entre la persona enferma y otros miembros de su hogar.
Fuera de su casa: mantenga una distancia de 6 pies de las personas que no viven en su casa.
Las mascarillas ayudan a prevenir que contraiga o propague el virus.
Podría transmitir el COVID-19 a otras personas incluso si no se siente mal.
Todos deben usar una mascarilla en lugares públicos y cuando están con otras personas que no viven en su hogar, especialmente cuando es difícil mantener otras medidas de distanciamiento social.
NO use una mascarilla destinada a trabajadores de atención médica. Actualmente, las mascarillas quirúrgicas y las mascarillas de respiración N95 son suministros fundamentales que deberían reservarse para los trabajadores de la salud y el personal de respuesta a emergencias.
Siga manteniendo una distancia de aproximadamente 6 pies de las demás personas. El uso de la mascarilla no reemplaza el distanciamiento social.
Cúbrase siempre la boca y la nariz con un pañuelo desechable al toser o estornudar o cúbrase con la parte interna del codo y no escupa.
Eche los pañuelos desechables usados a la basura.
Lávese las manos inmediatamente con agua y jabón por al menos 20 segundos. Si no dispone de agua y jabón, límpiese las manos con un desinfectante de manos que contenga al menos un 60 % de alcohol.
Limpie y desinfecte diariamente las superficies que se tocan con frecuencia . Esto incluye las mesas, las manijas de las puertas, los interruptores de luz, los mesones, las barandas, los escritorios, los teléfonos, los teclados, los inodoros, los grifos, los lavamanos y los lavaplatos.
Si las superficies están sucias, límpielas. Lávelas con agua y detergente o jabón antes de desinfectarlas.
Luego, use un desinfectante de uso doméstico. La mayoría de los desinfectantes comunes para el hogar funcionarán.
Esté atento a los síntomas. Esté atento a la aparición de fiebre, tos, dificultad para respirar u otros síntomas del COVID-19.
Controle su temperatura si presenta síntomas.