Medidas de protección y control frente al (COVID-19)
Es posible que muchas personas se hayan lesionado el pie después del confinamiento y no sepan cuál es su causa de esta lesión. Incluso pueden llegar a pensar que se han vuelto más débiles después de la cuarentena. Y en cierta forma es así.
Este tipo de lesiones son llamadas fracturas por sobre carga las cuales consisten en pequeñas grietas en un hueso que van desde la raíz de un (traumatismo) que por sí mismo no es capaz de romper el hueso, pero que si se repite a una frecuencia determinada, puede llegar a fatigar el hueso y fracturarlo.
Se originan por una actividad repetitiva que genera carga en un mismo punto. Un ejemplo sería saltar de un punto a otro repetitivamente o al correr largas distancias.
Este tipo de fractura es más común en los huesos que soportan el peso, es decir, las piernas y el pie. Normalmente, son más propensos a tener una fractura por sobrecarga los atletas y las personas que se dedican a transportar paquetes pesados, sin embargo, esto no quiere decir que un individuo corriente no tenga probabilidad de sufrir una fractura como esta.
Este problema también puede darse en el caso de que se comience un nuevo programa de ejercicios para el cual no está preparado o incluso en una persona que realiza una actividad puntual, sin tener preparación para la misma (una larga caminata en una persona sedentaria).
Con lo cual, si analizamos nuestro estilo de vida durante la cuarentena, podemos ver que éramos personas sedentarias que caminábamos poco, hacíamos menos ejercicio del que comúnmente se realizaba y de cierta forma hicimos un STOP en comparación con la vida que solíamos llevar. Como personas sedentarias aumenta el riesgo de padecer una fractura por sobrecarga debido a que nos desacostumbramos al ritmo de vida que solíamos llevar. Y claro muchas personas en vez de tomárselo con calma e intentar recuperar el tiempo perdido de forma escalonada pensaron que podían volver ya que era algo común a lo que estaban acostumbrados sin tomar en cuenta de que su pie podría estar fatigado causando que la grieta vaya en aumento.
El COVID-19 se propaga rápidamente de persona a persona, principalmente por las siguientes vías:
Lávese las manos con frecuencia con agua y jabón por al menos 20 segundos, especialmente después de haber estado en un lugar público, o después de sonarse la nariz, toser o estornudar.
Es de suma importancia que se lave:
Si no dispone de agua y jabón, use un desinfectante de manos que contenga al menos un 60 % de alcohol. Cubra toda la superficie de las manos y frótelas hasta que las sienta secas.
Evite tocarse los ojos, la nariz y la boca sin haberse lavado las manos.
Dentro de su casa: evite tener contacto con personas que están enfermas. De ser posible, mantenga una distancia de 2 metros entre la persona enferma y otros miembros de su hogar.
Fuera de su casa: mantenga una distancia de 6 pies de las personas que no viven en su casa.
Las mascarillas ayudan a prevenir que contraiga o propague el virus.
Podría transmitir el COVID-19 a otras personas incluso si no se siente mal.
Todos deben usar una mascarilla en lugares públicos y cuando están con otras personas que no viven en su hogar, especialmente cuando es difícil mantener otras medidas de distanciamiento social.
NO use una mascarilla destinada a trabajadores de atención médica. Actualmente, las mascarillas quirúrgicas y las mascarillas de respiración N95 son suministros fundamentales que deberían reservarse para los trabajadores de la salud y el personal de respuesta a emergencias.
Siga manteniendo una distancia de aproximadamente 6 pies de las demás personas. El uso de la mascarilla no reemplaza el distanciamiento social.
Cúbrase siempre la boca y la nariz con un pañuelo desechable al toser o estornudar o cúbrase con la parte interna del codo y no escupa.
Eche los pañuelos desechables usados a la basura.
Lávese las manos inmediatamente con agua y jabón por al menos 20 segundos. Si no dispone de agua y jabón, límpiese las manos con un desinfectante de manos que contenga al menos un 60 % de alcohol.
Limpie y desinfecte diariamente las superficies que se tocan con frecuencia . Esto incluye las mesas, las manijas de las puertas, los interruptores de luz, los mesones, las barandas, los escritorios, los teléfonos, los teclados, los inodoros, los grifos, los lavamanos y los lavaplatos.
Si las superficies están sucias, límpielas. Lávelas con agua y detergente o jabón antes de desinfectarlas.
Luego, use un desinfectante de uso doméstico. La mayoría de los desinfectantes comunes para el hogar funcionarán.
Esté atento a los síntomas. Esté atento a la aparición de fiebre, tos, dificultad para respirar u otros síntomas del COVID-19.
Controle su temperatura si presenta síntomas.