Medidas de protección y control frente al (COVID-19)
La artroscopia en una técnica de cirugía mínimamente invasiva en la cual se accede a una articulación (sitio de unión entre dos huesos), a través de heridas muy pequeñas llamadas “portales”, por medio de los cuales se introduce una cámara conectada a una pantalla de televisión que nos proporciona una imagen de ese sitio al que hemos accedido, llámese rodilla (la más común), hombro, muñeca, cadera o en nuestro caso el tobillo.
Una vez dentro de la articulación con la cámara y pudiendo visualizar las estructuras que conforman este espacio, podemos acceder a través de otro portal con instrumentos especiales que nos permitirán hacer una serie de procedimientos, dependiendo del propósito de la cirugía y de las lesiones encontradas. Habitualmente se hacen 2 heridas, pero muchos procedimientos requieren el uso de más de 2 portales, con lo que la expresión común en la consulta de “los 2 huequitos” no es del todo cierta.
La endoscopia, en el aparato musculoesquelético, es un concepto similar a la artroscopia, con el uso de cámaras e instrumentos a través de portales, en la que se accede a una zona donde normalmente no hay un espacio físico, porque los tejidos están muy pegados entre sí. Por lo tanto llegamos a un sitio específico y creamos el espacio de trabajo, con la introducción de líquido, abriéndose camino entre estructuras anatómicas normales.
Para ilustrar todo esto, en el tobillo podemos ingresar a la articulación por la parte de adelante, accediendo directamente al espacio que hay entre los huesos. A esto le llamamos artroscopia.
También podemos hacer una endoscopia posterior de tobillo, en la que accedemos al tejido graso entre el tendón de Aquiles y los huesos del tobillo, donde no hay sitio y necesitamos crear un espacio de trabajo retirando parte del tejido graso, para poder ver dónde estamos y proceder a buscar las estructuras anatómicas que queremos tratar. A esto le llamamos endoscopia.
También son endoscopias los procedimientos que realizamos sobre los tendones, llamadas también “tenoscopias o tendoscopias” en las que entramos entre el tendón en sí y la membrana que lo envuelve (vaina tendinosa).
De esta manera se pueden realizar procedimientos en el tobillo (articulación entre la tibia y el astrágalo), la articulación subastragalina (articulación entre astrágalo y calcáneo), el seno del tarso, la primera articulación metatarsofalángica, los tendones peroneos, el tendón del músculo tibial posterior, el tendón de Aquiles, etc... para realizar una gran variedad de procedimientos.
Estas cirugías mínimamente invasivas, tienen como característica el uso de heridas pequeñas, con el objetivo de minimizar el daño a estructuras alrededor del sitio a operar, para disminuir las consecuencias que puedan tener heridas grandes, con exposición de gran cantidad de tejidos, que crearán cicatriz, adherencias, hacen más probable una infección y pueden producir más dolor en el postoperatorio, así como retrasar el proceso de recuperación. Por lo tanto, la cirugía mínimamente invasiva, tiene la ventaja de ser menos dolorosa, con menos probabilidad de infección, menos problemas con tejidos como la piel, ligamentos y tendones alrededor del sitio que se opera y normalmente tienen una recuperación más rápida que la cirugía convencional abierta.
Es necesario que el cirujano tenga experiencia en este tipo de procedimientos y los haga habitualmente para limitar posibles efectos adversos y complicaciones durante una cirugía artroscópica o endoscópica y pueda llevar a cabo los procedimientos que requieren cada una de las distintas indicaciones. Para el Dr Andrés Delgado este tipo de procedimientos son habituales, forman parte de su día a día en quirófano y cuenta con la experiencia necesaria para trabajar con confianza estas técnicas.
Por todo esto, la artroscopia y la endoscopia representan una opción quirúrgica muy atractiva para el paciente, con un número creciente de indicaciones en el tobillo y el pie, para el tratamiento de cada vez más problemas que antes sólo se podían resolver con cirugía abierta convencional.
El COVID-19 se propaga rápidamente de persona a persona, principalmente por las siguientes vías:
Lávese las manos con frecuencia con agua y jabón por al menos 20 segundos, especialmente después de haber estado en un lugar público, o después de sonarse la nariz, toser o estornudar.
Es de suma importancia que se lave:
Si no dispone de agua y jabón, use un desinfectante de manos que contenga al menos un 60 % de alcohol. Cubra toda la superficie de las manos y frótelas hasta que las sienta secas.
Evite tocarse los ojos, la nariz y la boca sin haberse lavado las manos.
Dentro de su casa: evite tener contacto con personas que están enfermas. De ser posible, mantenga una distancia de 2 metros entre la persona enferma y otros miembros de su hogar.
Fuera de su casa: mantenga una distancia de 6 pies de las personas que no viven en su casa.
Las mascarillas ayudan a prevenir que contraiga o propague el virus.
Podría transmitir el COVID-19 a otras personas incluso si no se siente mal.
Todos deben usar una mascarilla en lugares públicos y cuando están con otras personas que no viven en su hogar, especialmente cuando es difícil mantener otras medidas de distanciamiento social.
NO use una mascarilla destinada a trabajadores de atención médica. Actualmente, las mascarillas quirúrgicas y las mascarillas de respiración N95 son suministros fundamentales que deberían reservarse para los trabajadores de la salud y el personal de respuesta a emergencias.
Siga manteniendo una distancia de aproximadamente 6 pies de las demás personas. El uso de la mascarilla no reemplaza el distanciamiento social.
Cúbrase siempre la boca y la nariz con un pañuelo desechable al toser o estornudar o cúbrase con la parte interna del codo y no escupa.
Eche los pañuelos desechables usados a la basura.
Lávese las manos inmediatamente con agua y jabón por al menos 20 segundos. Si no dispone de agua y jabón, límpiese las manos con un desinfectante de manos que contenga al menos un 60 % de alcohol.
Limpie y desinfecte diariamente las superficies que se tocan con frecuencia . Esto incluye las mesas, las manijas de las puertas, los interruptores de luz, los mesones, las barandas, los escritorios, los teléfonos, los teclados, los inodoros, los grifos, los lavamanos y los lavaplatos.
Si las superficies están sucias, límpielas. Lávelas con agua y detergente o jabón antes de desinfectarlas.
Luego, use un desinfectante de uso doméstico. La mayoría de los desinfectantes comunes para el hogar funcionarán.
Esté atento a los síntomas. Esté atento a la aparición de fiebre, tos, dificultad para respirar u otros síntomas del COVID-19.
Controle su temperatura si presenta síntomas.