Medidas de protección y control frente al (COVID-19)
Dentro de los motivos de consulta de los pacientes del Dr Andres Delgado en Bilbao, una de las razones por las que le visitan con mucha frecuencia son las lesiones relacionadas con el deporte. Y es que, hoy en día mucha gente en Bilbao y País Vasco, tiene con mayor frecuencia una práctica deportiva habitual, ya sea recreativa o profesional, con lo que la cantidad de personas que buscan atención para sus problemas en torno al pie y el tobillo por causas deportivas, ha aumentado significativamente y sigue en aumento.
De la misma manera, las lesiones del deportista, al contrario de lo que piensa la gente, son mucho más frecuentes de tipo crónico que de forma aguda. Así entonces, las fracturas de tobillo y otras zonas del pie, las roturas del tendón de Aquiles, luxaciones de los dedos y otras lesiones traumáticas son mucho menos frecuentes que las lesiones crónicas, excepto el bien conocido y súper frecuente esguince de tobillo.
Dentro de las lesiones crónicas que presentan los deportistas en torno al pie, la fascitis plantar (conocido como espolón), los problemas con el tendón de Aquiles tipo tendinopatía (mal llamada tendinitis), las fracturas por sobrecarga (antiguamente llamadas fracturas por estrés), las metatarsalgias y otras hiperpresiones con sus consecuentes callosidades en la planta del pie y otras zonas, así como las deformidades de los dedos y problemas de las uñas, si representan el verdadero problema de los deportistas, todas ellas lesiones más bien del tipo crónico y no debidas a un golpe, torcedura o evento agudo.
Para el tratamiento de estas lesiones deportivas, con muchísima frecuencia en Dr Delgado busca dar a los pies de sus pacientes la estabilidad adecuada para poder seguir llevando a cabo su actividad deportiva habitual y en este sentido, las plantillas personalizadas, conformadas según un estudio de baropodometría (de la pisada) le otorgan muchos beneficios a nuestros pies y tobillos. A diferencia del uso de plantillas genéricas que no siempre se adaptan a las necesidades de un pie en particular, incluso pueden llegar a ser perjudiciales.
Aquellos deportistas que posean pies cavo varos o plano valgos, lo que se conoce como supinadores o pronadores respectivamente, al hacer uso de plantillas personalizadas están aumentando la estabilidad del pie y ayudan a corregir la postura del pie. Al mejorar la postura del pie y corregir detalles de la pisada, se reduce el gasto energético del deportista y la fatiga muscular, esto se debe a que le quitamos las cargas extras que puede estar realizando nuestro pie cuando realiza un ejercicio. Además al personalizar las plantillas valoran específicamente las zonas del pie que pueden tener aumentos de presión o presiones inadecuadas al hacer el paso incidiendo en ellas mediante distintas descargas, para así mejorar o evitar la evolución de callosidades. También disminuyen las posibilidades de creación de deformaciones del pie como los juanetes y dedos en garra o mejora el rendimiento de los pies que ya tienen estas alteraciones. De la misma manera, se puede mejorar la estabilidad de un tobillo o problemas relacionados a los tendones peroneos o el tendón de Aquiles y por supuesto, son fundamentales para el tratamiento de la fascitis plantar. Igualmente, ayudan a compensar el apoyo entre las extremidades, pudiendo mejorar otras molestias en regiones distintas al pie y el tobillo, como las rodillas, caderas o columna lumbar por ejemplo.
En definitiva, darle a nuestro pie una herramienta específica para mejorar la pisada y la postura del pie puede ser beneficioso no solo para éste, sino en general para la salud de nuestro sistema musculoesquelético. Por todo esto, recomendamos acudir a la consulta de un especialista en el área como el Dr. Andres Delgado para que les pueda asesorar en elegir la plantilla adecuada para sus necesidades.
El COVID-19 se propaga rápidamente de persona a persona, principalmente por las siguientes vías:
Lávese las manos con frecuencia con agua y jabón por al menos 20 segundos, especialmente después de haber estado en un lugar público, o después de sonarse la nariz, toser o estornudar.
Es de suma importancia que se lave:
Si no dispone de agua y jabón, use un desinfectante de manos que contenga al menos un 60 % de alcohol. Cubra toda la superficie de las manos y frótelas hasta que las sienta secas.
Evite tocarse los ojos, la nariz y la boca sin haberse lavado las manos.
Dentro de su casa: evite tener contacto con personas que están enfermas. De ser posible, mantenga una distancia de 2 metros entre la persona enferma y otros miembros de su hogar.
Fuera de su casa: mantenga una distancia de 6 pies de las personas que no viven en su casa.
Las mascarillas ayudan a prevenir que contraiga o propague el virus.
Podría transmitir el COVID-19 a otras personas incluso si no se siente mal.
Todos deben usar una mascarilla en lugares públicos y cuando están con otras personas que no viven en su hogar, especialmente cuando es difícil mantener otras medidas de distanciamiento social.
NO use una mascarilla destinada a trabajadores de atención médica. Actualmente, las mascarillas quirúrgicas y las mascarillas de respiración N95 son suministros fundamentales que deberían reservarse para los trabajadores de la salud y el personal de respuesta a emergencias.
Siga manteniendo una distancia de aproximadamente 6 pies de las demás personas. El uso de la mascarilla no reemplaza el distanciamiento social.
Cúbrase siempre la boca y la nariz con un pañuelo desechable al toser o estornudar o cúbrase con la parte interna del codo y no escupa.
Eche los pañuelos desechables usados a la basura.
Lávese las manos inmediatamente con agua y jabón por al menos 20 segundos. Si no dispone de agua y jabón, límpiese las manos con un desinfectante de manos que contenga al menos un 60 % de alcohol.
Limpie y desinfecte diariamente las superficies que se tocan con frecuencia . Esto incluye las mesas, las manijas de las puertas, los interruptores de luz, los mesones, las barandas, los escritorios, los teléfonos, los teclados, los inodoros, los grifos, los lavamanos y los lavaplatos.
Si las superficies están sucias, límpielas. Lávelas con agua y detergente o jabón antes de desinfectarlas.
Luego, use un desinfectante de uso doméstico. La mayoría de los desinfectantes comunes para el hogar funcionarán.
Esté atento a los síntomas. Esté atento a la aparición de fiebre, tos, dificultad para respirar u otros síntomas del COVID-19.
Controle su temperatura si presenta síntomas.